Caracas.- El caso de la familia Cámara se trata de un núcleo conformado por tres miembros que decidieron aislarse de la ciudad por el asesinato de uno de los hijos. Este hecho generó que el grupo se moviera hasta una zona rural de El Junco, estado Miranda.
Los padres y el hijo viven en condiciones dramáticas dentro de una casa de 40 metros cuadrados, en la que no tienen acceso a agua potable, ni gas doméstico. El espacio se vuelve más reducido por la tendencia acumuladora que tiene la familia.
El padre, Jose Jorge Cámara, es un madeirense de 75 años diagnosticado con hipertensión y también enfrenta un cuadro de desnutrición severa ante el poco alimento que pueden adquirir por la falta de ingresos económicos.
La familia no tiene las condiciones para trabajar la tierra, afirmaron. Enfatizaron que solo cuentan con las pensiones del estado venezolano, que equivalen a 8 USD por mes en total, y la bolsa alimenticia del CLAP, que no tiene el aporte nutricional suficiente.
El hijo se llama Mauricio Cámara, un lusodescendiente de 40 años que en ocasiones imparte clases de inglés para subsistir. Sin embargo, no maneja un número considerable de alumnos por lo alejado de la población; cerca de 40 minutos en automóvil separan el hogar de los Cámara de El Junco.
Antecedentes
La familia cuenta que habitó en La Pastora, municipio Libertador, hasta que ocurrió el asesinato del hijo mayor, tragedia que generó miedo e incertidumbre en ellos. Ante este hecho, tomaron las decisión de vender todas las pertenencias que habían adquirido para así comprar el pequeño terreno en el campo donde hoy habitan.
Esta tragedia marcó de forma permanente al grupo, pues en el abordaje al medio íntimo familiar se determinaron notorias secuelas de estrés producto del trauma de perder a un miembro de la familia en un hecho violento.
A raíz de esta historia, los Cámara decidieron mudarse a esta zona periférica aislada para limitarse las relaciones sociales ya que perciben que estas comprometen su seguridad.
Visita de Ángeles Lusitanos
El equipo de la ONG Regala una Sonrisa viajó hasta El Junco y compartió con los lusos, quienes vendrán a Caracas para gestionar su documentación con el objetivo de aplicar para los programas de apoyo social del gobierno de Portugés, en el caso del padre.
Prensa ONG Regala una Sonrisa